sábado, 28 de mayo de 2011

Demos, en vivo & rarezas.

En el margen derecho de este blog he subido unos tracks raros que he encontrado por ahí haciendo limpieza en el estudio de grabación. El caso de "Folky", un tema inédito, es una versión en vivo grabada en enero de este año. A los temas "Loca Química De Dios" y "Sonríe/Calmantes" los escribí para la banda sonora del film Enigma. Las restantes son instrumentales compuestos para distintos proyectos. Mientras tanto sigo grabando lo que será mi disco solo.

Recomendado.


Actualmente me encuentro leyendo “Éramos unos niños”, la muy recomendable autografía de Patti Smith, la heroína del punk, que narra su relación con el fotógrafo y artista plástico Robert Mapplethorpe (1946-1989), como también el momento sociocultural que sacudía a Nueva York por las décadas de los sesenta y setenta.
Aquí lo que reza la contratapa, como para darse una idea: Fue el verano en que murió Coltrane. "Los hippies alzaron sus brazos vacíos y China hizo detonar la bomba de hidrógeno. Jimi Hendrix prendió fuego a su guitarra en Monterrey". Fue el verano del amor. Y en aquel clima cambiante e inhóspito, un encuentro casual cambió el curso de mi vida: fue el verano en que conocí a Robert Mapplethorpe. Sucedió en el mes de julio de 1967 y eran unos niños, pero a partir de entonces Patti Smith y Robert Mapplethorpe sellaron una amistad que solo acabaría con la muerte del gran fotógrafo, en 1989. De eso habla este espléndido libro de memorias, de la vida en común de dos artistas, los dos entusiastas y apasionados, que cruzaron a grandes pasos la periferia de Nueva York para llegar hasta el centro neurálgico del nuevo arte. Fue así como acabaron instalándose en el hotel Chelsea y se convirtieron en los protagonistas de un mundo hoy ya perdido donde reinaban Allen Ginsberg, Andy Warhol y sus chicos, y se creaban las grandes bandas de música que marcaron los años finales del siglo XX, mientras el sida hacía estragos. Lejos de ser un libro triste y nostálgico, Éramos unos niños es un homenaje a la amistad sin trabas, y sus páginas cargadas de vitalidad y humor nos devuelven el sabor de esa gran ciudad donde hubo un tiempo en que casi todo era posible.
Y aquí debajo, la música de la gran Patti:

jueves, 26 de mayo de 2011

GRABACIONES & ENSAYOS

Ayer estuve grabando unos bandoneones para algo que suena como un tributo a David Lynch...Tiene hasta unos chasquidos muy Twin Peaks. Eso para mi disco solo, del cual pienso sacar un simple en estos días. Por su parte, ya empezamos a ensayar con el nuevo grupo, aún sin nombre.


CENIZO



Aunque ya cruzó mi umbral
Sigo con el sombrero en la mano
Con los nervios desnudos
Bajo sus cenizas cayendo,
Que perdiendo volumen
Y subiendo de tono
Por una escala conducen
Hacia un altillo desierto.

Donde se yergue la hambruna
Bajo la flauta del norte
Como la afonía salvaje
De un campo de girasoles
Mi cacería de fiebres
Echa brea en las suelas
Del presente menguando
Su cuarto creciente.

Y así tras la cópula
De ambas erectas agujas
No tendrás mi intangible
Ni a esa alma que invocas.
Es por esta odisea,
Este adulterio con nieblas,
Que voy dejando en las púas
De la frontera mis prendas.

Y tras la siega de luz
Al oeste, en mi hospicio
Me gozan de mecenas
Las mutiladas de albedrío.
Sombras que atesoran
Tu facial cartografía
Aunque el tiempo agrimensor
Te haya vuelto expansionista.

Sebastián Defranchesco
(Editorial Raíz Alternativa, 2011).

Imagen: Pablo Picasso, Man with a Hat, 1912. Collage.

martes, 24 de mayo de 2011

MARTES ORIENTAL

Aturdido por cítaras chinas.

miércoles, 18 de mayo de 2011

ACTIVIDADES 2011

En septiembre será publicada la XLIII Antología Argentina En Versos y Prosas donde he participado con 6 poesías. Por otro lado, actualmente estamos grabando con Severino unos trombones y saxos para la provisionalmente llamada A. Affaire, una canción que estará en mi próximo disco. Aunque no tenemos mucha idea de lo que estamos haciendo, va quedando una suerte de mantra bastante enfermo de unos 8 minutos, y esa es una buena señal. También hemos empezando a demear unos viejos temas de lo que alguna vez fue Amarillo Urbano para una nueva banda que se aproxima.

MAGAZINE - Real Life (1978)


Tras abandonar en 1977 a los Buzzcocks, combo punk que había fundado junto a Pete Shelley en Manchester y con el cual registró el EP “Spiral Scratch”, Howard Devoto encaró un proyecto musicalmente más ambicioso, buscando unir la inmediatez del sonido de su ex banda con el lado experimental que le había fascinado del por entonces recientemente editado “Low” de David Bowie, que a su vez bebía del krautrock alemán (Can, Neu!, etc.). Este camino a seguir comenzó a pavimentarse cuando aquel mismo año conoce al guitarrista John Mc Geoch, un estudiante de arte con quien rápidamente compuso gran parte del material que terminó conformando Real Life, el debut de su nueva banda bautizada Magazine. Al proyecto se sumaron Dave Formula en los teclados, con una sólida reputación desde la década de los sesenta con la banda St. Louis Union, reemplazando al fugaz Bob Dickinson expulsado tras los primeros conciertos, Barry Adamson en bajo y Martin Jackson en batería.
Tras foguearse en escenarios a lo largo de Manchester y alrededores, la banda lanzó a principios de 1978 los singles “Shot By Both Sides”, que había sido escrito en los últimos días de Devoto en los Buzzcocks, y “Touch And Go”, que no se incluyó en la lista final de temas de Real Life. Éste terminó saliendo a la calle pocos días después, con la rúbrica en la producción del experimentado John Leckie y con una llamativa portada diseñada por Linder Sterling, pareja de Devoto y ex de Luca Prodan – como dato color -, que deja entrever una aproximación “arty” a la música. O sea, la motivación para la creación por parte de estos ingleses no sólo nacía como asimilación y reacción ante el entorno, algo que el punk había hecho al adoptar un discurso contestatario ante el status quo, sino que pone en práctica una mentalidad plástica, donde cada uno de los detalles, desde el contenido sónico hasta el arte de tapa, se retroalimentaban formando un todo.
Haciendo los honores de apertura, “Definitive Gaze” nos da en sus cuatro minutos y medio un panorama de hacia dónde irán los disparos a lo largo de todo el LP, con una presencia muy marcada de los teclados de Formula, cuyo sonido etéreo y ambiental son un link directo a Brian Eno. Por su parte, la base rítmica se muestra muscular y por momentos funky, recordándonos que fueron contemporáneos a los Talking Heads y que no adherían a ese rasgo del naciente post punk de gélidas bases que parecían cajas de ritmos y no propulsadas a sangre. Sin lugar a dudas se mantenían aún fuertemente ligados al punk, que también lejos está de ser gambeteado en el fraseo de Devoto, cuya pronunciación cínica y desfachatada de cada palabra está más cerca de un escupitajo de Johnny Rotten que de la elegancia crooner del último Ian Curtis. Y si la obra de David Bowie por aquella época había sido otra gran influencia para Devoto y compañía aparte del punk, no es para sorprenderse el guiño al duque blanco que nos encontramos en el track inicial cuando el piano deriva neuróticamente durante varios compases al mejor estilo Aladdin Sane. En “My Tulpa”, por su parte, volvemos a esnifar a Eno, sobre todo al de “Here Comes The Warm Jets” (1973), por esa forma de revestir una canción pop con sonidos marcianos.
Siguiendo el recorrido por el disco, y aparte del enérgico single “Shot By Both Sides”, donde brillan esas incendiarias e inquietas líneas de guitarra de McGeoch que da entender por qué es citado por Jonny Greenwood (Radiohead) como su principal influencia en las seis cuerdas, se destacan canciones como “Motorcade”, con esos cambios de dinámica maravillosos, y el ambiente circense de “The Great Beautician In The Sky”, algo así como el Mr Kite de Magazine. Sólo en “Burst”, cubierta del mejor polvo de estrellas de Ziggy, y en el cierre con “Parade”, los mancunianos bajan un poco las revoluciones, teniendo esta última un extraño aroma a cabaret berlinés. Otro momento cumbre es “The Light Pours Out Of Me”, que se volvería infaltable en sus conciertos merced el carácter marcial de su estribillo y que fue luego versionada por Peter Murphy.
Luego de este debut, habría otros discos magistrales, como “The Correct Use Of Soap” (1980), con la producción del genial Martin Hannett, pero paralelamente se irá produciendo la diáspora de sus miembros aquí, allá y en todas partes: McGeoch se unió a Siouxie & The Banshees, hasta que fue reemplazado brevemente por Robert Smith debido a sus adicciones, y participó en PIL (Public Imagine Ltd., el proyecto post Sex Pistols de John Lydon). El bajista Adamson pasó a ser un miembro estable de los Bad Seeds de Nick Cave hasta mitad de los ´80 y un muy inquieto compositor, contribuyendo incluso en el ámbito cinematográfico, como en el caso de la banda sonora de “Lost Highway” de David Lynch (1997). Martin Jackson pasaría una temporada en los también influyentes The Chameleons, durante 1982. Asimismo, el grueso de los miembros estuvo presente en la banda Visage. Devoto, por su parte, emprendería una carrera solista.
Más allá de todo esto, “Real Life”, al igual que otros discos como “Unknown Pleasures” de Joy Division o el citado “Low” de Bowie, gana importancia pues se hizo cargo de haber sido parido en el filo de una década y no sólo asimiló el zeitgeist, sino que puso los cimientos para construir los sonidos por venir.

Sebastián Defranchesco (Publicado originalmente en la Revista Post, octubre 2010).