Salir del hoyo…Pisar el asfalto…No hay mejor protector solar que un portafolios…Gesticular…las manos estrechar…no mirar directo a los ojos…Firmar…hipotecar…meter las manos en los bolsillos y silbar La guardia junto al Rin…(acá no hay nadie entre el centeno ya)… Y los niños juegan en el parque, mientras crecen gillettes en los toboganes. Pasan babas del diablo, y los afiladores de lenguas chasquean y todo lo observan. Si la conciencia muerde, como un cuervo a una mazorca, los domingos con religión en polvo se enjuaga la ropa.
Y la vejez va trepando los muros de la ciudad. Tiene el sabor de cuatro uñas en un pizarrón, huele a tiza y al tacto se escapa…(todo con el tacto se pierde...y hace ya mucho tiempo que siempre te encuentras). Ráspate los talones…alza la mano bien en alto…Si no te gustan los reptiles…¿por qué tu vida gira en torno a un invertebrado? Modela tu mostacho bien cuadriculado, pues si estás viviendo a alguien estás cagando.
Texto: Sebastián Defranchesco.
Ilustración: Sir John Tenniel
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